ALONSO DE ARAGÓN: EL PRIMER VIRREY ARAGONÉS

En la fría mañana del 7 de noviembre del año 1501, Alonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza desde que tenía nueve años, fue ordenado como sacerdote y cantó su primera y última misa. Sí, habéis leído bien. El cargo eclesiástico más importante del Reino de Aragón y, ya por aquél entonces, el de mayor preeminencia dentro de la Corona de Aragón, tan solo cantó una misa en toda su vida. Y es que Alonso poca vocación tuvo de cura, pero no le quedó otra que llevar ese cargo, aunque su vida más parece la de un seglar.

Alonso era hijo ilegítimo de Fernando el Católico y una de sus amantes, la noble catalana Aldonza de Ivorra, y nació apenas unos meses después de que el todavía príncipe heredero de Aragón se casara en Valladolid con Isabel. Con Juan II la monarquía aragonesa había tratado de controlar a la Iglesia de Aragón a través de la dación de los cargos más importantes a miembros de su propia familia, llegando a nombrar a un hijo bastardo suyo, (también llamado Juan) como arzobispo zaragozano. Pero este muere en 1475, por lo que el monarca decide proponer a su nieto Alonso para ocupar el cargo a pesar de que este apenas contaba con cinco años. Sin embargo, en esta ocasión el nombramiento provocó una importante disputa con el papado, que no lo aceptó y designó al valenciano Ausias Despuig. Pero Juan II no se rindió y estuvo presionando tanto a Roma como a Ausias durante años, hasta que finalmente logró su renuncia y por fin el que Alonso fuera aceptado para el cargo en 1478, del cual tomó posesión al año siguiente.

Como vemos, fue todo fruto de los tejemanejes de la alta política, y por eso no es de extrañar la escasa afición que Alonso de Aragón tuvo hacia la vida eclesiástica, llegando a tener al menos siete hijos (es posible que más) con Ana de Gurrea. De hecho, y como he comentado al principio del artículo, Alonso solo cantó una misa en toda su vida a pesar de ser la cabeza de la Iglesia aragonesa, y lo hizo tan tolo tras la larga insistencia tanto de su padre Fernando como de Isabel la Católica.

Pero si como clérigo no fue precisamente alguien intachable, sí que fue uno de los grandes políticos del Aragón de su tiempo y digno hijo de su padre. Se mostró como un gran administrador de la diócesis y supo seleccionar muy bien a las personas en las que delegar sus obligaciones de carácter espiritual. Fue artífice de la última gran reforma de la Seo de Zaragoza (obras que terminaría uno de sus hijos, el también arzobispo Hernando), añadiendo dos naves a las tres ya existentes, aumentando la altura del templo y reemplazando el cimborrio de la catedral, que es el que actualmente podemos contemplar.

Ostentó además diversos cargos políticos de gran importancia gracias a la gran confianza que su padre tenía puesta en él.  Fue diputado de las Cortes aragonesas, en 1507 fue designado como lugarteniente general del Reino de Nápoles, e incluso hizo sus pinitos como militar, pues en 1512 lideró al ejército de la Corona de Aragón en la conquista de Tudela cuando Fernando el Católico decidió invadir el Reino de Navarra para evitar que este cayera en manos de Francia.

A la muerte de su padre en 1516 el testamento de este le nombraba lugarteniente general de los territorios de la Corona de Aragón hasta el momento en el que llegara Carlos de Habsburgo para ser jurado rey. Pero las instituciones aragonesas no aceptaron esta decisión y se produjo un vacío de poder hasta que por fin Carlos I llegó a Zaragoza en 1518 y, tras no pocas negociaciones con los estamentos, logró ser jurado como rey. El arzobispo Alonso (que a la postre era tío de Carlos), fue de gran ayuda en las negociaciones y, finalmente, fue nombrado como Virrey de Aragón, (cargo que se inicia en este momento debido a la tradicional ausencia de los monarcas Habsburgo y que desaparece con los Decretos de Nueva Planta en 1707). Alonso murió un 24 de febrero del año 1520 con apenas 50 años y su tumba puede ser visitada hoy en día en su capilla personal dentro de la catedral de El Salvador de Zaragoza.

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza


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