LA SEO DE ZARAGOZA: DE MEZQUITA A CATEDRAL

Hace poco os contamos la conquista de la Zaragoza musulmana por parte de las tropas de Alfonso I el Batallador. Los cristianos tomaron posesión de la ciudad el 18 de diciembre de 1118, pero junto con el cambio de manos en cuanto a su posesión vinieron otros muchos cambios, y uno de los más importantes, y también de los que más polémica causaron en el momento, fue la consagración de la mezquita mayor en catedral. Esta se hizo el día 6 de enero de 1119, y claro, al ser el día en el que tradicionalmente se celebra que los reyes magos adoraron a Jesús en el pesebre, la nueva catedral fue consagrada al Salvador. De ahí el nombre oficial que sigue recibiendo hoy en día la Seo (catedral en aragonés) de Zaragoza; el Salvador.

Pero vayamos por partes, porque esta decisión trajo cola a lo largo de varios siglos. A muchos les extraña en primer lugar que Zaragoza tenga dos catedrales, la propia Seo y el Pilar, y que además estén tan cerca una de otra. De ambas tenemos noticias de edificaciones en sus emplazamientos actuales. En el caso de la Seo, y gracias a las excavaciones realizadas cuando fue restaurada, se atestiguó que en ese solar estuvo situado el gran templo romano de Caesaraugusta, por lo que ese espacio lleva siendo dedicado a uso religioso desde hace unos 2.000 años. Casi nada.

Desde el siglo III d.C. está documentado el proceso de cristianización de la ciudad, y más tarde, con la llegada de los visigodos, Caesaraugusta se convirtió en una sede episcopal de gran importancia que contó con una catedral dedicada a San Vicente. No está del todo confirmado, pero por los restos encontrados parece que esa catedral se situó también en ese mismo solar.

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Mezquita mayor de Saraqusta

Ya en el siglo VIII y con la llegada de los musulmanes se construyó en ese mismo lugar la mezquita mayor de la ya nombrada ciudad de Saraqusta. Según los textos dejados por al-Humauydí en el siglo XI, esta mezquita fue construida entre los años 714 y 716 por Hanas ben Abdallah as San’ani, discípulo de uno de los allegados del profeta Mahoma. De ser cierto este dato, aunque hay que tomarlo con precaución pues esta fuente se escribió trescientos años más tarde de la supuesta construcción, la mezquita mayor de Saraqusta sería una de las edificaciones islámicas más antiguas de toda al-Andalus. Al edificio se accedía por el mismo lugar donde hoy en día se encuentra la puerta principal de la Seo, desde donde se entraba a un patio abierto y luego a la mezquita en sí. Sufrió varias ampliaciones, y en su máximo esplendor llegó a tener unas dimensiones de 54×86 metros, lo que la convertiría en una de las mayores mezquitas de al-Andalus.  Con las excavaciones que hemos mencionado antes, se han podido delimitar sus cimientos, por lo que se sabe de forma bastante certera cómo era. Una de las estructuras de la mezquita que más perduraron fue el minarete, que con diferentes reformas al convertirlo en torre-campanario de estilo mudéjar se irguió hasta el siglo XVII, cuando fue derribado y sustituido por la actual torre barroca.

Con la conquista cristiana, el 6 de enero de 1119 el obispo Pedro de Librana la consagró como catedral, convirtiéndose en la iglesia cristiana de mayor importancia de la ciudad, y sobre la que pronto se hicieron planes para convertirla en una edificación más propia de la nueva fe propietaria. Sin embargo, las grandes reformas que son las que hicieron que la veamos tal y como la vemos hoy en día se realizaron entre los siglos XV y XVI, gracias sobre todo al patrocinio de los arzobispos Alonso y Hernando de Aragón.

Pero como ya he comentado, la decisión por parte de Alfonso I de convertir la gran mezquita en catedral trajo cola durante siglos. A pocos metros se encontraba la antigua iglesia cristiana de Santa María la Mayor (origen del actual Pilar), que durante la dominación musulmana había sido el centro religioso de los mozárabes (cristianos que viven en territorio musulmán).  De hecho, parece ser que en torno a ella estaba construido el barrio mozárabe. Hay que decir que las autoridades islámicas, aunque permitían el culto cristiano, no dejaban construir nuevas iglesias o reformar las antiguas, por lo que la de Santa María estaba en el momento de la conquista en unas condiciones lamentables. Los mozárabes, después de estar tanto tiempo sojuzgados, esperaban que su querida iglesia, aquella en la que la tradición dictaba que había estado la propia madre de Jesucristo, siguiera siendo la más importante de la ciudad y que fuera convertida en catedral. Pero Alfonso tomó una decisión más política y simbólica, al elegir el gran símbolo de la fe musulmana para ser convertido en catedral.

Esto provocó un gran enfado entre los más acérrimos defensores de Santa María, provocando un conflicto entre ambos templos durante siglos. La disputa se convirtió con el tiempo en una competición para ver cuál de los dos templos lograba ser más espectacular. Esto llegó a tal punto que en el contrato por el que se encargó a Damián Forment el retablo que hoy en día vemos en el Pilar debía “ser tan bueno o mejor que el de la Seo”. Si uno de los dos edificios construía algo, el otro tenía que hacer una réplica aún mejor.

En 1640 se produjo además el famoso milagro de Calanda, en el que la tradición cuenta que la virgen María le hico crecer a Miguel Pellicer una pierna que le había sido amputada años antes. Este hecho fue declarado como milagro, por lo que la virgen alcanzó una gran importancia en Zaragoza, siendo declarada patrona de la ciudad. Su creciente importancia llevó a que el papa, para evitar disputas, dictaminara la Bula de Unión, por la que dio la misma importancia a la Seo y al Pilar, uniendo ambos cabildos y convirtiendo a Zaragoza en la primera ciudad del mundo en tener dos catedrales.

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza