El 18 de junio del año 1164 la reina Petronila transfirió a su hijo Alfonso sus derechos sobre el reino de Aragón. Alfonso I el Batallador era un gran militar, un guerrero que conquistó ni más ni menos que Saraqusta (Zaragoza) . Sin embargo, no tuvo descendencia y poco antes de morir, en un acto de cierta ceguera política, decidió legar el Reino de Aragón a las órdenes militares.
Como era de esperar no se respetó el testamento de Alfonso I y se nombró rey a su hermano Ramiro II el Monje, que en ese momento era obispo de Roda. Ramiro ejerció como rey tan sólo el tiempo justo para dar un heredero al trono. De esta manera salió del convento y se casó con Inés de Poitou y fruto de este matrimonio nació la princesa Petronila en el año 1136.
En Barbastro, tan solo un año después, se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre Petronila y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Pero la boda no se celebró hasta el año 1150 en Lérida, ya que el Derecho Canónico marcaba que hasta los catorce años no se podía consumar el matrimonio. De este enlace nació en Huesca en 1157 Alfonso II.
El matrimonio de Petronila con Ramón Berenguer IV supuso la unión dinástica del Reino de Aragón con Barcelona. A consecuencia de esto, algunos, bien por desconocimiento o bien con fines torticeros, utilizan términos como Corona Catalano-Aragonesa, Confederación Catalano-Aragonesa o Corona Catalana.

La realidad es que Ramón Berenguer IV antes de casarse con Petronila tenía el título de conde de Barcelona y como tal murió. Nunca jamás ostentó el título de rey, aunque también es cierto que fue él quien realmente gobernó Aragón en este período como príncipe, ya que Ramiro II , una vez cumplió su función de dotar al reino de un heredero y después de casar a su hija Petronila con Ramón Berenguer, se retiró al monasterio de San Pedro el Viejo de Huesca y su mujer Inés de Poitou volvió a Francia. Sin embargo, a pesar de delegar el gobierno en Ramón Berenguer y de vivir retirado en un monasterio, conservó su título de rey hasta su muerte en el año 1157.
Una vez muerto Ramiro el Monje, quien seguió gobernando era Ramón Berenguer, pero el título real lo ostentaba Petronila que para eso era hija del rey de Aragón. Al morir Ramón Berenguer en el año 1162, Petronila asumió el gobierno incluso a pesar de que las leyes aragonesas permitían que una mujer ostentara la propiedad del trono y su transmisión pero no que gobernara. Finalmente, la nobleza le hizo abdicar en su hijo Alfonso II dos años más tarde, en 1164, y este heredó el reino de Aragón por parte de madre y el condado de Barcelona por parte de padre.
A partir de entonces los reyes de Aragón van a hacerse nombrar en los documentos reyes de Aragón y condes de Barcelona, nunca jamás reyes de Cataluña, reyes de los catalano-aragoneses o demás términos que ciertos sectores quieran inventar. Transcurridas unas cuantas centurias, ya en el siglo XV, se consolidó el término Corona de Aragón para nombrar al conglomerado de territorios gobernados por los reyes de la Casa de Aragón.
Santiago Navascués Alcay
Doctor en Historia por la Univ. de Zaragoza