LA PROCLAMACIÓN DE LA IIª REPÚBLICA EN ARAGÓN

El 14 de abril de 1931 tras las elecciones municipales celebradas dos días antes, el rey Alfonso XIII se marchaba de España y se proclamaba la IIª República española. “España se acostó monárquica y se levantó republicana”, dijo el almirante Aznar. Se producía así un cambio de régimen político prácticamente de la noche a la mañana y por medios pacíficos, siguiendo la que había sido la voluntad de buena parte de la población. Pero, ¿de qué forma se llegaba a un cambio político de esta magnitud?

España salía de un periodo de varios gobiernos dictatoriales, sobresaliendo el del general Miguel Primo de Rivera (1923-1930). Con el paso de los años y luego con el famoso Crack del 29 que acabó afectando a la economía española con el crecimiento del paro y de la conflictividad social, la dictadura de Primo de Rivera perdió sus apoyos, hasta su dimisión en enero de 1930. El régimen monárquico trató entonces de regresar al viejo sistema bipartidista que había estado en funcionamiento desde 1875 hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera de 1923. Dicho sistema estaba basado en la alternancia política de dos partidos, y se caracterizaba por el caciquismo, principalmente en el mundo rural, y por el pucherazo electoral. Pero la vuelta hacia atrás no iba a ser tan fácil.

Tanto el general Dámaso Berenguer (1930), cuyo gobierno fue bautizado por la gente como “la dictablanda”, así como el almirante Juan Bautista Aznar, fracasaron en el encargo del rey de llevar a cabo esta transición hacia el modelo bipartidista. Sufrieron incluso un intento de golpe de Estado, el producido precisamente en Jaca (Huesca) en diciembre de 1930 en favor de la proclamación de la república, aunque este intento fracasó.

Se acordó por fin la celebración de elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, pero los resultados de ese día fueron muy diferentes de lo esperado. Comparativamente, los partidos monárquicos ganaron las elecciones en número de concejales, pues tuvieron la mayoría en el medio rural, gracias sobre todo a la acción del caciquismo. Pero no fue así en el medio urbano, pues los partidos republicanos vencieron en nada menos que 41 capitales de provincia. La monarquía estaba colapsando.

Lo mismo ocurrió en Aragón. La conjunción republicano-socialista ganó por mayoría en las tres capitales de provincia, así como en más de la mitad de las localidades de más de 3.000 habitantes. Alrededor del 60% de concejales elegidos aquél 12 de abril en Aragón eran republicanos. Hay que decir que por entonces, el movimiento obrero tenía bastante fuerza en Aragón, y más concretamente en Zaragoza, siendo uno de los bastiones del movimiento anarquista español.

El 14 de abril de 1931, los aragoneses salieron de forma espontánea a las calles para celebrar el resultado de las elecciones. En Zaragoza, se calcula que entre 25.000 y 30.000 personas acudieron a la Plaza de la Constitución (actual Plaza de España) en una gran demostración de fuerza del republicanismo. Lo mismo ocurrió en Huesca y Teruel.

La gente se desplazó después hacia los ayuntamientos. En el caso de Zaragoza, el nuevo alcalde electo, Sebastián Banzo, proclamó la IIª República y su primera medida de gobierno fue pedir una amnistía general para todos los presos políticos. Aquellos fueron días de masivas manifestaciones ciudadanas, volviéndose a ver escenas de ese tipo con la celebración del 1º de mayo, día por antonomasia del movimiento obrero. La vida política en Aragón durante la IIª República fue muy activa, con una más que importante participación de la ciudadanía en la vida política. Pero de eso, hablaremos otro día.

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza