NACE UN REY CATÓLICO

El 10 de marzo 1452 nació en Sos (Zaragoza) el infante Fernando, más conocido por todos como Fernando II de Aragón o Fernando el Católico. Su padre fue Juan II, por entonces rey tanto de la Corona de Aragón como del Reino de Navarra. Pero Fernando no fue el primogénito del rey Juan. De su primer matrimonio ya había tenido un hijo, el príncipe Carlos de Viana, con el que a pesar de ser su heredero estaba en plena guerra civil en territorio navarro y también en zonas de Cataluña, donde algunos nobles apoyaban al heredero por encima de su padre.

Juan II se quedó viudo y contrajo segundas nupcias en 1447, esta vez con la castellana Juana Enríquez, hija de nada menos que del Almirante de Castilla, don Fadrique Enríquez. Fruto de este matrimonio, la reina Juana se quedó embaraza de Fernando. Durante la guerra civil entre Juan II y su hijo Carlos, este último fue por fin hecho prisionero en octubre de 1451, pero a pesar de eso la guerra continuó aún con más virulencia, si cabe. Es muy probable que las hostilidades en el Reino de Navarra propiciaran que la reina Juana, ya en avanzado estado de gestación, decidiera ir a dar a luz al Reino de Aragón, un territorio mucho más tranquilo en esos momentos. Pero claro, estamos en pleno siglo XV, y ni los caminos ni los medios de transporte son los de ahora, y al poco de atravesar la frontera entre ambos reinos, a Juana se le adelantó un poco el parto y dio a luz en la primera localidad que se encontró en suelo aragonés; Sos.

Aún hoy en día quedan recuerdos de este episodio, pues la puerta medieval por la que Juana entró en la localidad zaragozana se sigue llamando «El portal de la reina«, en su honor. Fue alojada en el palacio de Sada, y allí fue donde nació el futuro Fernando el Católico, quien se convertiría en uno de los reyes más importantes de la Europa de su época. El propio Sos acabaría recibiendo más tarde, en recuerdo de este nacimiento, el nombre completo que hoy en día conocemos; Sos del Rey Católico.

Palacio de Sada Sos del Rey Católico Libre Derechos
Palacio de Sada en Sos del Rey Católico, lugar donde nació Fernando II de Aragón.

El bautizo oficial ante la corte del infante se produjo en La Seo de Zaragoza casi un año después, en febrero de 1453. Pero aunque no hay pruebas que lo aseveren, varios investigadores creen que el verdadero bautismo de Fernando se produjo en el mismo Sos a los pocos días de nacer, probablemente en la iglesia de San Esteban. Hay que recordar que en aquella época la mortalidad infantil era extremadamente alta, y muchos eran los bebés que morían a los pocos días o semanas de nacer por diferentes causas. Por ello el bautizo se realizaba a las horas o pocos días de haber nacido para así asegurar, por lo que pudiera pasar, que el recién nacido estuviera reconocido como miembro de la comunidad cristiana y con el pecado original purgado ante los ojos de Dios. Es por eso por lo que se hace difícil creer que los reyes esperaran once meses a que su hijo fuera bautizado.

Años después, el príncipe Carlos de Viana murió, y Fernando fue jurado en las cortes de Aragón celebradas en Calatayud en 1461 como heredero al trono de Aragón y de la Corona de Aragón (no fue así en el reino de Navarra, que se acabó desvinculando a la muerte de Juan II). En 1469 Fernando se casó con la futura Isabel I de Castilla y ambos propiciarían la unión de ambas coronas en una sola cabeza -a pesar de que estuvo a punto de no producirse dicha unión-, el fin de la conquista de al-Andalus, la expulsión de los judíos, el descubrimiento del Nuevo Mundo y la proyección mundial de lo que pronto empezaría a conocerse como la Monarquía Hispánica.

El genio político de Fernando fue tal, que las malas lenguas dicen que el propio Nicolás Maquiavelo se inspiró en él para escribir «El príncipe«, una especie de manual en el que comentaba las cualidades que debía tener el mejor de los monarcas. ¿Realidad? ¿Ficción? Probablemente nunca lo sabremos, pero desde luego el que fue el último monarca Trastámara fue toda una figura en una Europa que se adentraba de forma vertiginosa en la Edad Moderna.

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza