
El 14 de diciembre de 1559 nació en Barbastro Lupercio Leonardo de Argensola. Fue un dramaturgo, poeta e historiador aragonés del Siglo de Oro (1559-1613).
Al igual que hizo posteriormente su hermano Bartolome, estudió jurisprudencia y filosofía en Huesca y tutelado por Andrés Scoto historia antigua y retórica en Zaragoza. A continuación marchó a Madrid, adoptando el pseudónimo de “Bárbaro”, que hacía alusión a su esposa Mariana Bárbara de Albión.
Siempre estuvo muy unido a su hermano Bartolomé, quien siguió sus mismos pasos. Lupercio fue, hasta que murió, secretario del quinto duque de Villahermosa, Fernando de Aragón y Gurrea. Al morir el duque quedó liberado de sus servicios y llegó a ser secretario de la emperatriz María de Austria. Más aún, fue nombrado Cronista mayor del Reino de Aragón en 1599, cargo que ocuparía hasta su muerte. Por último, tras la muerte de la emperatriz en 1603, abandonó la corte y en 1610 se asentó en Nápoles como secretario del conde de Lemos, virrey de Nápoles, puesto en el que fue sucedido por su hijo Gabriel. Allí fue uno de los principales impulsores de la Academia de los Ociosos, cuyo integrante más ilustre fue Quevedo. Sin embargo, murió repentinamente.
Tras la muerte de su hermano Bartolomé, quien le sucedió en todo, sus obras poéticas fueron recopiladas y publicadas por su hijo Gabriel, junto con las de su hermano, bajo el título: “Rimas de Lupercio y del doctor Bartolomé Leonardo de Argensola” en 1634.
En poesía los dos hermanos apostaban por la sencillez y la imitación de los clásicos frente al barroquismo de Góngora y en teatro eran admiradores de la tragedia clásica frente a las modernidades y extravagancias de Lope de Vega, por lo que Bartolomé recibió el elogio de Cervantes, quien tenía el mismo parecer sobre la dramaturgia.
Como cronista de la Corona de Aragón inició la redacción de los “Anales de la Corona de Aragón” de Jerónimo Zurita, obra que completaría su hermano tras su muerte, quien además escribió “Alteraciones populares de Zaragoza en 1591”, hechos de los que fue testigo junto a Lupercio. Así pues, los hermanos Argensola constituyen una de las principales fuentes para el estudio de la Corona de Aragón en la Edad Moderna.
Hoy en día, se rinde a ambos hermanos merecidos honores. Se levantó un monumento conmemorativo a los dos hermanos Argensola en la plaza de San Pedro Nolasco de Zaragoza, realizado por José Bueno Gimeno en 1922. Su vivienda, en Barbastro, ha sido usada como biblioteca municipal y su apellido ha dado nombre a una calle y a un instituto en la ciudad que le vio nacer.
Santiago Navascués Alcay
Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza