La Universidad de Zaragoza 1965-1975 (V): 1972, la explosión de la protesta y el cierre de la universidad. SEGUNDA PARTE.
Las consecuencias de la vorágine contestataria que había recorrido la universidad española no se hicieron esperar. De forma inmediata se adoptaron una serie de medidas encaminadas a limitar los movimientos de los estudiantes: se instó a los decanos a impedir “por todos los medios a su alcance la continuación o celebración de reuniones de alumnos no autorizadas” y se decretó que las “reuniones de alumnos solo podrían realizarse únicamente por cursos y previa autorización del decano de la facultad correspondiente”. [1] Después de la fase de contención se inicio el tiempo de los castigos.
Abril fue un mes prolífico en cuanto a detenciones; casi una docena de estudiantes fueron detenidos bajo acusación de propaganda ilegal, manifestación no pacifica e incluso terrorismo. Por lo que respecta la represión académica sobresale la figura de Gerardo Lagüens, Secretario General de Universidades e Investigación. Desde abril participó en las reuniones de las juntas de gobierno de determinadas universidades, incluida la de Zaragoza, con el fin de recabar información sobre la conducta de aquellos alumnos que hubieran participado en manifestaciones o asambleas o que en un fututo inmediato pudieran convertirse en agitadores y alterar el orden público. El resultado se tradujo en el Informe Lagüens; un listado de medidas a adoptar para volver a implantar la normalidad en las universidades y asegurarse que ésta no volviera a verse perturbada. Fueron muchos los nombres que se recopilaron que debían ser castigados y apartados de las aulas.
La correspondencia entre la Dirección General de Universidades e Investigación y la Universidad de Zaragoza a lo largo de mayo y junio fue muy cuantiosa. Numerosas peticiones de información sobre conducta y rendimiento académico inundan el registro de entrada y salida de documentación de la universidad. En julio la lista de alumnos sobre los que iban a recaer las consecuencias de todo lo acontecido en los meses anteriores estaba lista.
En septiembre de 1972 se notificó a todos los universitarios incluidos en ella que se les había abierto expediente disciplinario por orden de la Dirección General de Universidades como consecuencia de haber mantenido conductas perturbadoras del orden académico. En toda España fueron expedientados 456 estudiantes; en Zaragoza 46.
Número de estudiantes universitarios expedientados por distrito universitario. Septiembre de 1972.
DISTRITO UNIVERSITARIO | NºESTUDIANTES EXPEDIENTADOS |
ZARAGOZA | 46 |
BARCELONA | 44 |
BILBAO | 14 |
GRANADA | 12 |
LA LAGUNA | 4 |
MADRID | 134 |
MURCIA | 7 |
OVIEDO | 7 |
SALAMANCA | 26 |
SANTIAGO | 12 |
SEVILLA | 66 |
VALENCIA | 68 |
VALLADOLID | 16 |
TOTAL | 456 |
Fuente: elaboración propia a partir de los datos recogidos en el Archivo de la Universidad de Zaragoza.
La apertura de los expedientes condicionaría las primeras semanas del curso 1972-1973 y propiciaría que las facultades se llenaran de estupefacción, incredulidad y miedo. La relativa tranquilidad con la que se inició el curso se vería alterada por uno de los hechos más traumáticos en la historia inmediata de la ciudad de Zaragoza: el asalto al consulado francés en la mañana del dos de noviembre. La noticia paralizó la ciudad y los periódicos nacionales y locales dedicaron al suceso portadas y páginas enteras.
Tres asaltantes maniataron al cónsul Roger Tur, a su secretaria Mari Luz Marqueta y al vicecónsul Marcel Pail Maurice. La idea era rociarlos con pintura roja pero cuando huían lanzaron un coctel molotov cuya explosión provocó al cónsul graves heridas y quemaduras por las que tuvo que ser hospitalizado. Tras días de agonía falleció el día siete. Los tres autores confesos fueron Álvaro Noguera Cavat, de 20 años, José Antonio Mellado, 21 años, y Luis Javier Sagarra de Moor, de 21 años. Pertenecían al grupo conocido como Colectivo Hoz y Martillo. Las autoridades calificaban al grupo como minoritario, “fundado en 1971, como organización de matiz comunista marxista leninista, con absoluta independencia de cualquier organización similar”.[2] El día tres fueron detenidos en Zaragoza Álvaro Noguera Cavat y José Antonio Mellado mientras que a última hora de la noche Luis Javier Sagarra de Moor fue detenido en el puesto fronterizo de Port-Bou.
El considerable despliegue de recursos y agentes en la búsqueda y detención de los componentes de la organización condicionó las últimas semanas del año. Por un tiempo el ambiente contestatario que había caracterizado los meses anteriores quedó en suspensión.
Sergio Calvo Romero
Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza
[1] Archivo Universitario de la Universidad de Zaragoza, Actas de la Junta de Gobierno, Libro de Actas 19650515/19720605, signatura: L.217, pp. 78-80.
[2] Archivo General de la Administración, Memoria Anual del Gobierno Civil de Zaragoza, 1973, pág. 17.