LA PROTESTA ESTUDIANTIL EN LA ZARAGOZA DE LA DICTADURA (PARTE I)

La Universidad de Zaragoza 1965-1975 (I). Crecimiento económico y demográfico  de la ciudad:   el  nacimiento de una universidad de masas

La década de los años sesenta representó un importante punto de inflexión en el devenir económico y político de España. La nueva política económica dio origen a una nueva coyuntura que desencadenó cierto grado de mutación de las jerarquías y relaciones sociales.  La aprobación del Plan de Estabilización en 1959 supuso la liberalización, parcialmente, de la economía española y dio comienzo a un periodo de fuerte crecimiento económico.

Zaragoza fue uno de los cinco Polos de Desarrollo creados mediante el Decreto de 30 de enero de 1964. El crecimiento industrial de la ciudad superó las expectativas, fue superior a la media española y elevó a Zaragoza a ciudad industrial de primer orden. El crecimiento del sector industrial se apoyó en la industria del metal, seguida por la construcción, química, cemento, artes gráficas, etc., destacando empresas como Tudor, CAF, Balay, Giesa, Taca, Tusa, etc.

De forma paralela la provincia experimentó un notable crecimiento demográfico. España y la mayoría de territorios,  en consonancia con la Europa occidental, vieron aumentar de forma progresiva su población desde la segunda mitad del siglo XX. De esta forma se iniciaba una tendencia al alza que se prolongaría décadas. Por lo que respecta a Zaragoza en los diez años que transcurrieron entre 1960 y 1970 la población urbana  experimentó el mayor crecimiento absoluto y porcentual de toda su historia. Al aumento de natalidad y  descenso de la mortalidad vino a sumarse la nueva perspectiva laboral que generaba la provincia. En el transcurso de la década de los sesenta Zaragoza se convirtió en una provincia receptora de población desde los territorios más cercanos.

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Fuente: Sergio Calvo Romero a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Este doble proceso de crecimiento generó un acusado aumento de la clase media española.  Frente a la situación anterior en la que las clases más acomodadas y con mayores recursos eran la principal, y prácticamente única,  cantera que aportaba estudiantes a la universidad, las facultades de toda España se fueron llenando de estudiantes de orígenes muy diversos. Este fenómeno fue un denominador común en las universidades europeas, tal y como  lo explicaba Eric J. Hobsbawn: “la expansión económica mundial hizo posible que un sinnúmero de familias humildes (oficinistas y funcionarios públicos, tenderos y pequeños empresarios, agricultores y, en Occidente, hasta obreros especializados prósperos) pudieran permitirse que sus hijos estudiasen a tiempo completo“.

El caso español es uno de los que presenta mayores índices de crecimiento del número de matriculaciones en Europa.  En 1945 el total del alumnado universitario no llegaba a los cuarenta mil, en el periodo 1951-1955 ya nos encontrábamos casi a sesenta mil  estudiantes y ya en el curso 1959-1960 el total de universitarios ascendía a 170.602.  Este fuerte incremento dio  lugar a expresiones como la “masificación de la Universidad” o “democratización de la enseñanza”. Lo cierto es que en un periodo corto de tiempo la mayoría de facultades y escuelas universitarias se convirtieron en infraestructuras obsoletas y con recursos insuficientes.

La Universidad de Zaragoza siguió la tónica nacional. A lo largo de la última década de la dictadura el número de nuevos ingresos creció de forma excepcional. Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta nos encontramos con una universidad con unos pocos miles de estudiantes, situándose en un segundo escalón de relevancia en lo que se refiere a número de alumnos. Todo cambiará en la segunda mitad de la década de los sesenta.

 A parir de 1965 el ingreso anual de nuevos alumnos aumentó de forma gradual y sostenida, toda una oleada de estudiantes que cogió desprevenido al rectorado y al gobierno civil.  Las aulas, pasillos y facultades pronto llegaron a un punto de saturación preocupante.

ALUMNOS MATRICULADOS EN FACULTADES DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA 1965-1981

Las cifras aun se incremantaron más una vez fueron creadas las escuelas universitarias. En la Universidad de Zaragoza fueron tres las escuelas creadas: Escuela Universitaria del Profesorado de Educación General Básica, Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial y Escuela de Estudios Empresariales.

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Fuente: Sergio Calvo Romero a partir de los datos recogidos en el Archivo Universitario de la Universidad de Zaragoza.

En el primer y segundo caso su origen se remonta a la Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa (LGE). En el ámbito mercantil se debió a un complejo proceso  iniciado tras la promulgación de la LGE, que hizo evolucionar a la Escuela de Comercio de Zaragoza hacia una Escuela Universitaria de Estudios Empresariales, integrada en la universidad como consecuencia de la aplicación del Decreto 1381/1972, de 10 de mayo, sobre integración de las escuelas Profesionales de Comercio en la Universidad como Escuelas Universitarias de Estudios Empresariales.

 La creciente comunidad universitaria en Zaragoza  supuso un nuevo desafío a las fuerzas del orden publico, una dura pugna por controlar a una masa de universitarios cada vez más numerosa. Una nueva realidad académica emergía en todos los campus españoles. Una nueva generación accedía a estudios superiores, dejando atrás la dicotomía entre vencidos y vencedores, criticando ferozmente la rigidez de las estructuras académicas y la obsolescencia del SEU  y dando comienzo a una larga lucha  por el reconocimiento efectivo del derecho de asociación y de libertades democráticas. Comenzaba en España una decisiva etapa del movimiento estudiantil.

Sergio Calvo Romero

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza