EL BARRANCO DE LA MUERTE DE ZARAGOZA

A todos se nos encogió el alma cuando a principios de julio de 2023 unas intensas lluvias provocaron una gran avenida de agua como no se tenía recuerdo y que a punto estuvo de provocar una tragedia. Desde entonces, el Barranco de la Muerte ha estado en el candelero de la actualidad de la ciudad de Zaragoza para la mejora de este lugar de evacuación natural de aguas y tratar de evitar que vuelva a producirse una situación así. 

Salta a la vista que la zona ha sido fuertemente antropizada en las últimas décadas, especialmente con la construcción a principios de este siglo XXI del tercer cinturón. Pero ese proceso de transformación de este barranco natural de desagüe hacia el río Ebro viene de lejos.

Por ejemplo, también supuso un fuerte cambio la construcción del Canal Imperial de Aragón impulsado por Ramón de Pignatelli en la segunda mitad del siglo XVIII. Su trazado tenía que salvar este accidente geográfico, y para ello se construyó el conocido como «acueducto de Pignatelli». Una gran obra de la ingeniería de su tiempo por el que tenía que pasar en su parte superior y que, aunque ahora ha perdido su función original, fue en cierta medida salvado del derribo por esas obras del cinturón.

Pero más allá de estas transformaciones y otras más que darían para mucho, ¿cuál ha sido la historia de este emblemático lugar de la capital zaragozana, así como el origen de su curioso y tétrico nombre? Para explicarlo nos tenemos que ir unos cuantos siglos atrás en el tiempo, y más concretamente al año 1118, un momento clave en la historia de la ciudad y también para Aragón como entidad política.

Y es que después de meses de preparativos, y tras varias décadas con la idea en mente por parte de los soberanos aragoneses, el rey Alfonso I el Batallador puso en marcha toda la maquinaria para emprender la conquista de la Zaragoza musulmana. El asedio duró siete largos meses, desde mayo hasta la caída final de la ciudad el 18 de diciembre. Y desde luego fueron unos meses en los que pasaron muchas cosas. 

Además de la propia resistencia de la ciudad, también hubo algún intento de socorrerla por parte del gobernador almorávide de Valencia, que estuvo reclutando tropas para acudir a levantar el asedio. Esas tropas de socorro llegaron y empezaron a recorrer uno de los accesos naturales de aproximación a la ciudad desde el sureste, que era precisamente esa zona de barrancos.

La poca información que nos aportan las fuentes del momento o posteriores nos hablan de que el rey aragonés, informado de los movimientos del enemigo, aprovechó la geografía de esa zona para tender una trampa al ejército almorávide, logrando una ventaja táctica que sería mortal para sus enemigos. Y así fue como se acabó dando la batalla con victoria cristiana, en la que se menciona una tremenda matanza por parte de unos almogávares que aparecen por primera vez mencionados en la historia. A partir de entonces, y debido a la gran cantidad de muertos que se produjo, aunque seguramente magnificada después con las legendarias historias que se contaban, el lugar empezó a ser conocido como el Barranco de la Muerte. 

La batalla de 1710

Dadas las características del terreno, esta no fue la última vez en la que se produjo allí un enfrentamiento bélico. Por ejemplo, en agosto del año 1710 se libró durante la Guerra de Sucesión española uno de los enfrentamientos más importantes de todo el conflicto en el escenario ibérico: la Batalla de Zaragoza o de los Montes de Torrero. En ella se enfrentaron alrededor de 55.000 efectivos entre los ejércitos de Felipe V de Borbón y del archiduque Carlos de Habsburgo, ambos presentes en la batalla. De hecho, esta fue una de las últimas ocasiones en la historia mundial en la que los dos máximos líderes de dos bandos enfrentados en una guerra estuvieron físicamente presentes en una batalla. 

Aguafuerte impreso en Ámsterdam por Abraham Allard. Rijksmuseum, Ámsterdam

La batalla acabó con una contundente victoria de los austracistas y con un Felipe V que escapó por los pelos de ser hecho prisionero. Uno de los momentos álgidos del choque se produjo, igual que lo habían hecho siglos atrás las tropas del rey Batallador y las de los almorávides, en el Barranco de la Muerte, dando así aún más sentido al origen de su nombre. 

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza


Bibliografía

  • DÍAZ PAREDES, Aitor; «Almansa. 1707 y el triunfo borbónico en España»; Editorial Desperta Ferro, 2022, Madrid.
  • ESPAÑOL SOLANA, Dario; «Yihad y Reconquista. Guerra en Aragón, Navarra y Cataluña, siglos XI-XII»; Edit. Desperta Ferro, 2024, Madrid.
  • FERNÁNDEZ CLEMENTE, Eloy (coord.); «Historia de Aragón»; Editorial La Esfera de los Libros, 2007, Madrid.
  • FLORISTÁN, Alfredo (coord.); «Edad Moderna. Historia de España»; Edit. Ariel, 2005, Barcelona.