LA CONQUISTA DEL REINO PRIVATIVO DE MALLORCA

El 25 de octubre del año 1349 se libró la Batalla de Lluchmayor, que supuso el fin del reino privativo de Mallorca y su reincorporación a la Corona de Aragón. La historia de la Corona es mucho más compleja de lo que suele parecer a simple vista, y como muestra de ello, podemos hablar en esta ocasión del reino privativo de Mallorca, de cuya existencia se suele pasar olímpicamente más allá de lo que se enseñe actualmente en la comunidad balear. La Batalla de Lluchmayor supuso el fin definitivo de ese reino mallorquín y su reincorporación definitiva a la Corona de Aragón. Pero vayamos, como se suele decir, al principio.

Las islas Baleares fueron conquistadas, al igual que como casi toda la península ibérica, por los musulmanes y formaron parte de al-Andalus. Siglos más tarde, el otrora poderoso califato de Córdoba colapsó por diferentes circunstancias y surgieron los primeros reinos de taifas, estableciéndose en las Baleares cierta independencia en esta etapa. Ya a partir de finales del siglo XI y sobre todo a comienzos del XII, el comercio por el Mediterráneo fue alcanzando unas cotas mayores y en esos circuitos comerciales entró el condado de Barcelona. Pero las Baleares estaban justo en medio de las principales rutas marítimas y eran un auténtico problema, lo que motivó que en el año 1114 se creara una alianza entre Barcelona y la república de Pisa para tratar de conquistar estas islas, dominar sus riquezas y eliminar lo que se había convertido en un obstáculo para ese comercio, especialmente por la piratería.

Jaime III de Mallorca

Pero, aunque lograron éxitos importantes en la conquista de la isla de Mallorca, finalmente la abandonaron y volvieron a dejarla en manos islámicas. Así hasta que ya en el siglo XIII ese proyecto fue retomado en tiempos de la Corona de Aragón con Jaime I el Conquistador a la cabeza. La conquista de Mallorca se realizó entre los años 1229 y 1231, siendo también sometidas Ibiza y Formentera mientras que Menorca quedó como un sultanato títere y vasallo de la Casa de Aragón hasta que décadas más tarde, ya con Alfonso III el Liberal en el trono, se acometió su conquista militar definitiva en el año 1287. Pero estos nuevos dominios no fueron incorporador al condado de Barcelona como muchos esperaban, y Jaime I creó un nuevo reino con sus propias instituciones y que comprendía no sólo las islas sino también algunos territorios que todavía pertenecían a los Aragón en Occitania, al norte de los Pirineos. A su muerte en el año 1276, Jaime dividió sus posesiones entre dos de sus hijos, dejando los dominios peninsulares de la Corona de Aragón a Pedro III el Grande mientras que el reino mallorquín quedó desgajado de esta y en manos de Jaime II de Mallorca.

Dominios del reino privativo de Mallorca

Teóricamente, este reino era independiente aunque rendía vasallaje a la Corona de Aragón, pero ya se sabe que el papel todo lo aguanta y que bien diferente puede ser la realidad. Y lo cierto es que los monarcas mallorquines conspiraron contra sus señores feudales y colaboraron con los franceses cuando estos invadieron el norte de las tierras catalanas en 1285. Las malas relaciones continuaron durante más de medio siglo mientras el “pequeño” reino de Mallorca se metió en muchos “saraos”, incluyendo la famosa Guerra de los Cien Años apoyando a los ejércitos de Felipe VI de Francia en la Batalla de Crécy (1346) frente a los ingleses.

Así sigue esta situación hasta que el rey Pedro IV de Aragón, el rey Ceremonioso, decide reincorporar el reino balear a la Corona aragonesa. En el año 1343, Pedro IV lanza una gran ofensiva que consigue dominar en poco tiempo y con cierta facilidad las islas Baleares y expulsa de ellas a su rey, Jaime III de Mallorca, quien se refugia en los dominios que le quedaban en Occitania. Pero pronto empieza a perderlos ya que una nueva ofensiva del monarca aragonés le arrebata al año siguiente el Rosellón y la Cerdaña. Tan sólo le quedaban a Jaime III algunos pequeños dominios en Occitania, los cuales vende a Francia en el año 1349 a cambio de conseguir un dinero con el que financiar un ejército y tratar de recuperar las Baleares. Pero los ejércitos de la Corona de Aragón le plantan batalla y el 25 de octubre de 1349 las huestes de Jaime III son derrotadas en Lluchmayor, donde también murió el último rey privativo de Mallorca. Su hijo, autodenominado como Jaime IV, pasó el resto de su vida reclamando el trono de su padre, pero el reino mallorquín no volvería nunca a separarse de la Corona de Aragón.

Sergio Martínez Gil

Lcdo. en Historia por la Univ. de Zaragoza


BIBLIOGRAFÍA

  • RUBIO CALATAYUD, Adela; «Historia de la Corona de Aragón»; Editorial Delsan, pp. 233/274, 2008, Zaragoza.
  • ÁLVAREZ PALENZUELA, V. Á. (coord.); «Historia de España de la Edad Media»; Ariel Historia, 2002, Barcelona.